La inolvidable Armida de la Vara DICEN QUE ASÍ NACIÓ EL COCODRILO
En
medio de la selva estaba tirado en tronco de cocotero. Hacía carios días que
el huracán lo había tirado y así permanecía, temeroso de que vinieran los
hombres con sus hachas a hacerlo pedacitos.
Una
mañana calurosa se oyeron pisadas sobre la hojarasca. El tronco tembló de
miedo, y tan grande fue su temblor que empezó a rodas hasta llegar a un pantano
que estaba cerca. y pensó: "¡Qué bueno! Aquí puedo esconderme sin que
los hombres me descubran".
Se
acomodó entre el agua fangosa. Sólo cuando las pisadas de los hombres se
alejaron, el tronco se atrevió a mirar para afuera.
Estaba
tan bien ahí en lo húmedo, y hacía tanto calor en la selva, que decidió
quedarse adentro un poco de tiempo. Y empezó a ponerse verdoso. La lama del
agua iba quedándose entre sus escamas de árbol. Más tarde se dio cuenta de
que iban naciéndole cuatro retoños, dos a cada lado del cuerpo.
-¡Qué
bueno!- pensó-, ¡Creo que me estoy convirtiendo en animal! Buscaré un nombre
que recuerdo mi origen. Me llamaré "cocodrilo".
Armida
de la Vara