El penoso caso de Bryce Echenique

Primero debemos aclarar (sirva el presente caso como evidencia) que ningún escritor es o puede ser  tomado como ejemplo o sinónimo de rectitud, honestidad, ética, moralidad o legalidad; es decir, un escritor es un simple mortal con gran cantidad de defectos y virtudes como cualquier persona.

Dicho lo anterior, por un lado nos encontramos que la culpabilidad de Bryce Echenique en el delito de plagio es totalmente evidente y por lo cual, condenable y repudiable desde donde se le mire; debiendo ser castigado como corresponde. Pero por otro lado, en obras como Un mundo para Julius, No me esperen en abril etc., Echenique también evidencía la calidad de su pluma. Entonces ¿Ese talento y calidad no merecen ser premiados y reconocidos? Sí se me permite, yo diría que si.

Así pues la extraña y dimensional consigna es que Alfredo Bryce Echenique de personalidad controversial, sea castigado y aplaudido como corresponde. 

                                                            -Alberto Waldemar